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Ventajas de las nuevas tecnologías aplicadas a las estrategias de comunicación de las marcas

Por José Luis Gil

A estas alturas las marcas lo saben, hay que estar conectados  a la tecnología y además que sus consumidores lo noten. Hemos pasado de recibir los impactos de las marcas por canales tradicionales, todos ellos medibles, que han hecho que éstas crezcan y maduren en nuestros hábitos de consumo. Muchas forman parte de nosotros por un “es que es de toda la vida”, y no cuestionábamos su hegemonía a la hora de elegir sus productos en el lineal. Hasta ahora.

Lo que está pasando es que los consumidores nos hemos “tecnosofisticado” (es verdad que unos más que otros),  sobre todo las nuevas generaciones, que ven como las marcas quieren acercarse a ellos y más que lanzar un mensaje como antes, tienen que formar parte de sus estilos de vida e inquietudes para que las tengan en cuenta. Entendiéndoles y participando en sus preferencias.  Para los nuevos consumidores las marcas que no formen parte de su ocio no existirán, porque prescindirán de ellas en lo privado pero no en lo social. Y para esto el uso de la tecnología es un elemento a tener en cuenta.

Hoy, la marca que no contemple el uso de la tecnología y la aplique en los mensajes/canales por los que llega a su público objetivo puede olvidarse de tener alguna oportunidad. Estos días he leído una frase con la que no puedo estar más de acuerdo: antes se decía que el pez grande se come al chico, ahora el tamaño no importa, y lo que ocurre es que el pez rápido acaba con el lento, y lo que está claro es que la tecnología nos permite ser más rápidos, flexibles y ágiles.

Schumpeter lo dejó claro hace años cuando dijo aquello de que hay que innovar (que es donde está el beneficio,) porque si esperas a imitar uno se puede quedar con muy poco o nada. Qué es mejor crear tendencias o seguirlas?

En cuanto a la aplicación o no de la tecnología,  encontramos básicamente dos tipos de marcas; aquellas que siguen contando con cantidades ingentes de euros y nos inundan con sus mensajes a todas horas (mejor imitar y seguir haciendo lo mismo de siempre que innovar), y otras que reorientado sus estrategias (y no por cuestiones presupuestarias únicamente)  se han centrado en el uso de la tecnología que está a su alcance para llegar de una forma más certera a un público que ya no quiere ser interrumpido ni molestado (innovación) , sino que prefieren que las marcas lleguen por canales más frescos, contextualizados a su manera de vivir la vida y diferenciales aportando contenidos. En estos momentos en los que la implicación del consumidor con las marcas es cada vez menor las primeras tienen la necesidad de reaccionar y cambiar sus estrategias.

Las nuevas generaciones quieren ser tratados de una forma diferente y hasta distante  a lo que vivieron sus mayores, y por eso el éxito de videojuegos, móviles de última generación, ordenadores, … gadgets de tecnología cada vez más avanzada, les acercan y unen a sus círculos de valor/interés que se localizan en espacios sociales virtuales infinitos.

Hablar de internet no basta, hay que matizar y encontrar hacía donde se dirigen las estrategias de las marcas. Muchas marcas cuando quieren llegar, se encuentran con que ya su público objetivo se ha movido y está en otro nivel de innovación y no capta sus mensajes. Redes sociales, aplicaciones de realidad aumentada, mobile marketing, … Estar al frente y llamar la atención con la última novedad genera curiosidad y viralidad vertiginosa, ¿quién la controla? Nadie, por eso es tan efectiva. Es la vanguardia y las innovaciones las que se comportan como la condición necesaria, aunque no suficiente. Para que sea suficiente necesitan contenidos de valor. Gracias al uso de la última tecnología tanto sirve lo que se cuenta, como el cómo se cuenta.

Por hablar de una aplicación concreta, podemos mencionar a la realidad aumentada.  Un nombre confuso que está de moda para referirse a una de las realidades más virtuales  que hayamos visto, y lo que nos queda por ver. Es seguro que está forma de ver las cosas, sus posibilidades y lo que está por venir, nos hará ver claramente que se trata de un ejemplo claro de como algunas marcas tienen mieditis a meterse con valentía y aprovecharse de ella. Algunas han hecho algún trabajo excelente utilizándola como soporte para sus campañas y acciones de comunicación; la mayoría está esperando a la siguiente novedad que nos traerá la tecnología, no sea que esto de la realidad aumentada  se trate de una moda demasiado volátil, y decidirán hacer algo para cuando haya pasado la novedad, perdiendo la oportunidad de impactar o crear notoriedad con sus mensajes y contenidos.

Lo bueno de la tecnología es que va a un ritmo que cuando hablas de ella, ya estás obsoleto, y es lo que pasará cuando estamos leyendo estas líneas.

Jose Luis Gil
Gerente de Babelcreativa