La tecnológica de código abierto ha estudiado la percepción de marca que supone su logo corporativo y lo renueva con el objetivo de llegar a nuevos públicos, partners y desarrolladores
“A principios de 2017, cuando acababa de ocupar el puesto de director de marketing en Red Hat y estaba revisando algunos datos obtenidos de estudios sobre nuestra marca -más concretamente sobre nuestro logo- me encontré con un problema aparentemente simple. El logo de Red Hat destacaba poco en formatos digitales, sobre todo formatos pequeños tales como smartphones, y necesitaba una renovación. Y fue de esta manera como comenzamos a entrevistar a empleados, clientes actuales y potenciales, y también empresas que no hubieran escuchado hablar sobre Red Hat, para conocer sus sentimientos, pensamientos o impresiones sobre nuestro logo”, explica Tim Yeaton, vicepresidente ejecutivo y director de marketing en Red Hat.
La falta de confianza que puede generar un logo ha llevado al equipo de marca a la renovación de la imagen que aporta Red Hat. Durante décadas, ha sido el abanderado del movimiento del código abierto empresarial y muchas startups se han fijado en ella. Sin embargo, aunque el código portaba una comunidad abierta innovadora, colaborativa e inclusiva, la comunidad de Red Hat era algo “que no se ajustaba a la representación de aquellos valores en los que creemos firmemente”, añadía el director.
Abordar un cambio de marca como éste no se encontraba entre las prioridades de la empresa ni del director de marketing, pero “claramente tenía un calado más amplio que había que afrontar, teniendo en cuenta nuestra posición creciente para liderar la nube híbrida y abierta”, explica Yeaton.
El objetivo de la nueva imagen de la compañía se centra en llegar a nuevos públicos, partners y desarrolladores preservando la historia y transmitiendo mejor los valores a las personas que todavía desconocen la empresa. Red Hat creó un proyecto propio para la renovación del logo y en diciembre de 2017 se realizó una invitación global con la que la marca ha estado recibiendo feedback de clientes y partners, en coordinación con la consultoría Pentagram, que ha sido la encargada de estudiar los datos del informe y repetir el diseño. ‘Open Brand Project’ ha ayudado a que la compañía conozca mejor cómo se percibe la marca desde fuera y puedan trabajar en representarla de la mejor forma posible a medida que vaya creciendo.
La mejora del logo y la arquitectura que lo respalda conlleva también grandes beneficios a nivel técnico –la nueva marca aparece más clara en pantallas pequeñas- pero también ha despertado un mayor interés en las personas que lo ven. “Cuando aquellos que no conocen Red Hat vean nuestro nuevo logo, me gustaría que lo asocien a una compañía innovadora en la nube híbrida y basada en el poder y la confianza que otorga Linux. Una empresa capaz de trabajar mano a mano para afrontar los mayores retos que plantea la tecnología gracias a un amplio portfolio de soluciones, y por ser un colaborador valioso y de total confianza”, manifiesta Tim.
El logo será finalmente desvelado en el Red Hat Summit 2019, entre el 7 y el 9 de mayo en Boston.