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Nace el primer influencer virtual 100% español

Los expertos en marketing de influencia aseguran que los influencers virtuales venden más que los de carne y hueso

Hace poco más de una semana, una nueva polémica en el mundo de los influencers salía a la luz. Arii, con más de 2,6 millones de seguidores, no era capaz de vender 36 camisetas diseñadas por ella entre sus seguidores y resto de audiencia. En paralelo, Lil Miquela, la influencer virtual número 1 a nivel global, agotaba su colección en unas pocas horas. Esta noticia, que vuelve a poner de actualidad la burbuja del sector, contrasta con el éxito de los influencers virtuales, capaces de agotar sus propias colecciones en menos de dos horas. 

Y es que tras su aparición en Estados Unidos, los CGIs (Influencers Generados por Ordenador) también aterrizan en España: una combinación perfecta entre tecnología, inteligencia artificial y entretenimiento que plantea un nuevo escenario en el mundo de los influencers. Ahora la agencia española H2H, referente dentro del mundo del influence marketing en la industria local, crea el primer ciberinfluencer español para comprobar si este tipo de prescriptores son capaces de generar relaciones con sus seguidores como lo hacen los influencers de carne y hueso

El 2018 supuso la consolidación definitiva de los influencers como medio de comunicación y plataforma publicitaria. Este año se prevé que la inversión del marketing con influencers en España supere los 100 millones de euros, triplicando lo facturado el año anterior. Un futuro muy prometedor para este tipo de prescriptores digitales que se ve comprometido por un fenómeno que amenaza con cambiar el sector para siempre: la aparición de los CGIs o influencers generados por ordenador. 

En EEUU son ya varios los ciberinfluencers que se han convertido en figuras públicas. Son reconocidos por medios de comunicación o celebrities, con quien en ocasiones llegan a entablar relaciones de amistad. Entre todos ellos destaca Lil Miquela, una joven brasileña de 19 años que en poco tiempo ha conquistado a más de un millón y medio de seguidores de todo el mundo. Su cara dulce, sus pecas y su inconfundible peinado, unidos a un estilo de vida muy atractivo, han hecho que se convierta en una de las figuras más reconocidas de Instagram. Su fama la lleva a colaborar con las firmas de moda más importantes, trabajar como modelo para grandes cabeceras o colarse en la lista de las 25 personalidades más influyentes en redes sociales.  

Detrás de la número 1 de los influencers virtuales se sitúa Brud, una startup de Sillicon Valley especializada en robótica aplicada al marketing. Entendió, desde el primer momento, que el éxito de Lil pasaría por la creación de una narrativa de ficción en torno a otros personajes. Sus amigos Bermuda o Blawko son también parte de una historia que mantiene enganchados a millones de personas.

En septiembre de 2018, la agencia de influencer marketing H2H decidió iniciar un proyecto de investigación para poner a prueba a este nuevo tipo de prescriptores digitales y su capacidad para conectar con sus seguidores. ¿Moda pasajera o nueva realidad? Para averiguarlo, la agencia decidió crear a David, el primer ciberinfluencer español. El equipo de la agencia comenzó a dar forma al perfil, construyendo una historia inspiradora y muy atractiva para captar nuevos seguidores. Con la ayuda de tecnologías de realidad virtual, bancos de imágenes libres de derechos y programas de edición fotográfica, el joven avatar se lanzó a la conquista del mundo con su cámara de fotos. En poco tiempo, la agencia comenzó a descubrir las razones del éxito de los influencers generados por ordenador, así como todo lo que estos pueden aportar a sus audiencias. 

Durante estos últimos meses, David ha logrado reunir una comunidad muy numerosa, más de 20.000 seguidores de todo el mundo, registrando unos niveles de engagement muy por encima de lo habitual en cuentas con volúmenes similares. David recibe cada día decenas de comentarios y mensajes directos pidiéndole consejo sobre alojamientos, rutas por el sudeste asiático, fotografía, o simplemente para tener una conversación con él. 

Luis Díaz, CEO de H2H afirma, “la línea entre lo real y lo irreal está ya muy difuminada, de hecho, desde hace tiempo ya vemos abusos del Photoshop en los posts de influencers reales, o muchos que muestran estilos de vida que nada tiene que ver con ellos, luego el mundo influencer no es del todo real. Los influencers virtuales definitivamente han llegado para quedarse, lo que vemos hoy es solamente la punta del iceberg” afirma Luis Díaz, CEO de la agencia, y añade, “el principal atractivo de los CGIs de cara a las marcas es algo más pragmático: los ciberinfluencers permiten a las marcas recuperar el control en el mensaje que transmiten”. La aparición de varias agencias de representación de influencers virtuales, con decenas de CGIs en cartera, constituye otra prueba más de que este tipo de prescriptores digitales no es una moda pasajera. Su éxito obliga tanto a las marcas como a los demás influencers a adaptarse a una nueva realidad y explorar nuevas posibilidades de negocio, y es que “a los influencers de carne y hueso se les abre la posibilidad de avatarizarse, crear su alter ego virtual y abrir una nueva fuente de ingresos”, concluye Díaz.