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8 pecados de marketing que cometen las marcas Beauty

El 71% de los consumidores ven los productos de cosmética y cuidado personal importantes en sus rutinas diarias y en canal online supone una pieza clave dentro del proceso de compra

El lifestyle es uno de los sectores que está ganando más repercusión en los últimos años debido al aumento del cuidado personal de la población española. En este sentido, el ámbito de la belleza está haciendo que marcas y productos crezcan con fuerza a través de la experiencia, la sensorialidad, la personalización, los ingredientes naturales o la sostenibilidad. Sin embargo, no todas las marcas actuales son capaces de generar estas experiencias para el cliente de forma exitosa.

Por ello, Apache ha elaborado un análisis de las principales marcas del sector para conocer cuáles son los fallos e identificar los errores más habituales, a través de la búsqueda de las consecuencias de los mismos y con soluciones concretas para conseguir diseñar estrategias personalizadas bajo una única experiencia para los clientes digitales.

 

8 errores más comunes de las marcas de belleza

  1. No todos los seguidores ven tus publicaciones

Los cambios de algoritmo de las redes sociales están frenando el alcance e impidiendo que los contenidos lleguen a una audiencia adecuada. Muchas marcas de beauty ya están apostando por desarrollar contenidos de valor, con altos costes en producción pero, ¿tienen el alcance adecuado? No hace falta asomarse a los perfiles para ver las bajas tasas de interacción. Es por ello que se debe destinar parte de la inversión a impulsar los contenidos clave a través de estrategias de paid media.

  1. Gastar todo el presupuesto en un único influencer

Resulta casi imposible concibir que una marca de belleza no tenga un perfil de influencia con el que comunicar sus productos, pues el 63% de los millennials confían más en las recomendaciones de los bloggers que en las comunicaciones de las propias marcas. Estos perfiles son capaces de transmitir historias, transmitir valores de las marcas y ayudar a alcanzar diversos targets, pero no se trata de aliarse con cualquier perfil. Ni tampoco descartar perfiles que a priori puedan tener menos seguidores, pues hay que integrarlos en una estrategia más amplia y combinarlos con los grandes nombres, ya que probablemente sean más efectivos y conecten mejor con la audiencia.

  1. Invertir solo en cobertura

Aunque el ecosistema digital ha aportado muchas novedades en el mercado, el modelo publicitario sigue siendo el de siempre: Atención > Interés > Deseo > Acción. Esto se traduce en un funnel de conversión que hay que trabajar de forma integral y no debemos quedarnos sólo en el upper funnel, cada etapa tiene que tener sus estrategias específicas. Implementar estrategias de performance marketing y retargeting nos ayudarán a calentar la audiencia progresivamente para ser más precisos y conseguir resultados tangibles.

El branding ayuda a construir marca pero no debemos quedarnos en esa fase de descubrimiento sino seguir generando interés por la marca. Si el usuario ya ha visto el spot del lanzamiento de un nuevo producto, quizás sea el momento de impactar de nuevo para buscar su interacción con la marca y que vayan descendiendo por el embudo de conversión.

  1. Usar mis canales como un canal unidireccional

Internet y las redes sociales nos dan la posibilidad de poder establecer una relación cercana con el consumidor que debemos aprovechar. Los usuarios esperan una conversación natural, de ‘tú a tú’ con sus marcas favoritas. Por ejemplo, un arma perfecta en el sector beauty sería ofrecer un asesoramiento personalizado. Aunque el uso de internet como fuente de información en el proceso de decisión de compra es clave -un 70% buscan información antes de comprar un producto-, el usuario navegará buscando opiniones acerca de tu marca, precios o experiencias … pero también esperan tener alguien al otro lado. Interactuar con las publicaciones, contestar las dudas en tiempo real y plantear nuevas conversaciones a la comunidad son algunas de las acciones para incrementar la base de usuarios fieles que ayude a llegar a nuevos clientes.

  1. Caer en la monotonía y publicar sólo productos sobre mi marca

No se puede vender belleza y no tener sensibilidad hacia la misma. Es clave invertir en contenido visual con personalidad, estilo y estar al día de los nuevos formatos e ideas que nos proponen las redes. Hay que evitar perder el tiempo con grandes producciones o shootings interminables, la clave es ser ágil y dinámico, eso sí, siempre respetando los valores de marca. Además para no saturar al público es fundamental trabajar el territorio de tu marca, no publicar sólo fotografías de producto, buscar esos puntos de encuentro con tu público (como su ocio, relaciones familiares o momentos de su vida) y crea contenido de valor sobre ello. Eso sí, huye de los bancos de imágenes genéricos, hemos identificado las mismas imágenes en los perfiles sociales de varias marcas.

  1. Lanzar acciones sin definir previamente objetivos y sin una estrategia que las integre

Piensas una acción super chula pero ¿qué pretendes conseguir?, ¿atraer tráfico a tu web?, ¿aumentar las ventas de un producto concreto? Más de ¾ de compradores inician la relación con las marcas en entornos online y acaban comprando en retail offline, por lo que debemos integrar estratégicamente todos los canales en nuestro mix de marketing y aplicar una metodología de atribución para conocer los customer path más rentables. Es la nueva era de las estrategias omnichannel, donde los canales se ayudan entre sí, se complementan y el dato nos ayudará a tomar decisiones.

  1. Escribir contenidos sin una tener una estrategia SEO detrás

Los consumidores beauty reciben miles de impactos cada día y las marcas de belleza tienen la oportunidad de hacerse oír con el marketing de contenidos. Mejor escribir según las tendencias reales de búsqueda y crea clústeres de contenidos para atraer nuevos usuarios y fidelizar a los actuales (se ha demostrado que los clústeres de contenidos pueden llegar a aumentar el tráfico web hasta en un 50%). De nada sirve tener un blog de calidad si no hay una keyword strategy detrás, una organización de la información y una política activa de linkbuilding para incrementar nuestra autoridad ante Google (y que nos muestre en primeras posiciones).

  1. Recargar la web de recursos gráficos sin tener en cuenta la velocidad y UX

El móvil se consolida como el principal dispositivo de conexión a internet y ya supera con creces al desktop para navegación y compras online por lo que no tener en cuenta este tipo de dispositivos nos hará perder muchas oportunidades. Así lo ha entendido Google y está penalizando los sitios con una carga lenta, por lo que la experiencia del cliente digital debe ser lo primero. Aligerar el site, en diseño y belleza, es necesario: menos es más.

Tabla de 8 errores más frecuentes que cometen las marcas de belleza y cómo solucionarlos | Fuente: Apache