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El cliente y su paso al primer plano en la creación de productos

por Lourdes Pérez

Cada vez más las empresas están buscando nuevas vías de acercamiento con los clientes para conseguir el producto perfecto. Las nuevas técnicas de marketing impulsan la participación activa de los clientes en la creación de los productos.

El fenómeno de la co-creación es hoy en día una de las tendencias  donde los especialistas en marketing y las propias empresas están poniendo más foco. Los clientes no sólo esperan de las empresas proposiciones de valor (productos o servicios) sino que exigen tener un rol más activo. El cliente de hoy quiere participar en el proceso de creación de valor y prefiere pensar más en experiencias, que en productos o servicios. Se trata de un cliente más exigente y mejor informado ya que está conectado a la información que brindan no sólo las empresas, sino también otros clientes.

Todo ello está obligando a las empresas a repensar y abrir sus procesos de gestión. Las empresas más avanzadas ven este fenómeno de co-creación como una oportunidad y no tanto como una exigencia. Consideran esta opción como la oportunidad de construir relaciones con los clientes y de disponer de una fuente inagotable de innovación.  Las empresas punteras tratan de centrar sus esfuerzos en conectar los procesos con sus clientes y consideran a sus clientes un recurso más,  un recurso valioso que no pueden desperdiciar. En colaboración con sus clientes, algunas empresas son capaces de acortar los ciclos de desarrollo de producto, reducir costes  y generar un flujo continuo de soluciones innovadoras.  Cada vez vemos productos con un mayor grado de personalización (e.g., camisetas que diseñan clientes, zapatos considerados de lujo donde los clientes eligen los materiales e influyen en los diseños). Un ejemplo de esta tendencia de ‘economía colaborativa’ la representa el fenómeno llamado de ‘crowdsourcing’.

Esta personalización permite ofrecer elementos diferenciadores al cliente que, aunque tiene mucho donde elegir, dispone de una oferta de productos relativamente parecidos. El cliente de hoy busca productos que le señalen entre la multitud, con los que se identifique y mide el valor de un producto en términos de la utilidad que puede tener en su propio contexto.

Lourdes Pérez
Profesora Investigadora de Marketing, TBS Barcelona