por José María e Ibay Prieto
Posiblemente ninguno de nosotros dos nos dedicaríamos a esto del mundo de la publicidad si tú no fuese por ti. Tú nos empujaste y mucho. No el único, como sabes, pero sí mucho, mucho. Cuánto nos has enseñado y cuánto pensamos seguir aprendiendo de ti, sea como sea.
El viernes pasado 18 de mayo, decidiste que tu viaje por aquí acababa. Jode. Pero así lo decidiste, así es. Gerardo, como todo el mundo te llamaba, Lali, como te llamábamos nosotros, has sido irrepetible, admirado y genial siempre. Y muy rápido. Siempre lo seguirás siendo.
Nos dejas un montón de buenos momentos en JWT, Ogilvy & Mather, Saatchi Saatchi, RCP... Un montón de gente, de anécdotas, de ideas, de amigos, de una generación en la que intentamos reflejarnos aunque parezca que el espejo se haya roto. “Esmeraldo” como te llamaban en “La Chunga” cuando “La Chunga” era aquella “Chunga”.
Ay, coño, esos Bloody Marys y nuestras escapadas a Matade, nuestros “Cociditos Madrileños” y la “buti” que siempre traías a Madrid. Nada de eso cambia, entérate. Pensamos seguir dándole duro. Quien lo entienda, bien. Quien no lo entienda, ciao ciao. Como dijo el otro día un buen amigo tuyo, el madrileño en Barcelona y el catalán en Madrid.
No te vamos a echar de menos porque vas a seguir con nosotros. Te pongas como te pongas, Lali. Es la vida y continúa. Y tú con ella. Tú con nosotros.
Un hasta luego duro, pero sólo hasta luego. ¡Nos vemos Lali!
José María e Ibay Prieto