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Tendencias en comunicación interna: tecnología y humanidad, una alianza clave  

Por Heidi Güells

La comunicación interna está en un momento crucial. En 2025, no solo vamos a hablar de herramientas y estrategias, sino de algo más profundo: cómo las organizaciones pueden conectar con las personas que las conforman. Porque sí, detrás de cada pantalla, cada correo y cada reunión, estamos todas y todos: personas con emociones, aspiraciones y necesidades diferentes.

Creo que este año toca reflexionar sobre cómo equilibrar la tecnología (y aquí incluyo la Inteligencia Artificial) con lo meramente humano. El reto está en utilizar todas estas nuevas herramientas para acercarnos a la gente, para reconocer su singularidad y dar respuestas personalizadas.

Bajo este prisma, exploro a continuación lo que creo van a ser las tendencias clave de este 2025, siempre poniendo foco en las personas que conforman una organización, porque es ahí, y no en otro sitio, donde reside la función intrínseca de la comunicación interna.

Personalización: hablemos a las personas, no al colectivo.

¿Quién se siente aludido en un mensaje genérico? ¿Qué credibilidad tiene? Poca o ninguna. Por eso, en 2025, estoy casi segura de que la personalización será la clave para conectar realmente con quienes forman parte de nuestras organizaciones. Ya no se trata solo de enviar información, sino de asegurarnos de que cada persona reciba lo que necesita escuchar y cómo necesita escucharlo. 

Gracias a herramientas como la inteligencia artificial (IA), podemos segmentar mensajes según los intereses, roles o necesidades específicas de cada colaborador o colaboradora. Pero ojo: personalizar no es solo usar datos; es también entender que detrás de cada perfil hay una persona única.  

Dentro de las organizaciones, hay personas diversas: casadas, solteras, con pareja, que viven con amigos, que viven en casa de sus padres, que son de la ciudad o de otra, que vienen andando o en transporte público, que les gustan los videojuegos o los libros de ensayo… y así hasta el infinito. Y hay que comunicarse con todas y cada una de ellas, lo que exige un alto grado de personalización.

Inteligencia Artificial: una aliada, no una enemiga

La IA está transformando la manera en que nos comunicamos dentro de las empresas.  Desde chatbots que responden a preguntas frecuentes hasta asistentes virtuales que ayudan a crear contenido, estas tecnologías son grandes aliadas para optimizar procesos y liberar tiempo, pero no debemos olvidar algo esencial: la IA puede automatizar tareas, pero no puede reemplazar la calidez humana ni la empatía. 

Por eso, el desafío está en usar estas herramientas para facilitar nuestro trabajo sin perder de vista lo humano. Porque al final del día, son nuestras emociones y nuestra creatividad las que marcan la diferencia.  

Autenticidad.

En un mundo donde todo parece digitalizado y automatizado, lo humano se ha convertido en un lujo. Las empresas están entendiendo que lo auténtico es lo que realmente conecta con las personas. Sí, la IA puede ayudarnos a ser más eficientes, pero son las relaciones humanas las que crean equipos fuertes y comprometidos.  

Por eso pienso que hay que combinar el uso de herramientas tecnológicas y la presencialidad. En este sentido, vienen con fuerza los teamsbuildings, las sesiones de coaching sistémico, los eventos de empleados y empleadas, etc.

Transformación

En un momento en el que las empresas se están transformando de manera constante, la comunicación interna adquiere un gran valor a la hora de acompañar a los equipos, no solo para explicar la transformación en sí, sino también sus qués y sus para qués. 

Un informe reciente de Gartner señala algo importante: el cambio real dentro de las organizaciones no viene desde arriba ni desde fuera; viene desde dentro, desde las propias personas que forman parte de ellas. Por eso, es fundamental involucrar a todas y todos en los procesos de transformación. La clave está en escucharlos y hacerles sentir parte activa del cambio.

Transparencia: la confianza como base.

Si hay algo que todas las personas valoramos es la honestidad, y más en estos días donde el fake y la desinformación se han instalado en la vida pública de medios y perfiles políticos. En 2025, la transparencia va a ser fundamental para construir relaciones sólidas dentro de las organizaciones. No se trata solo de compartir información; se trata de hacerlo con claridad y empatía.

 

“En un mundo donde todo parece digitalizado y automatizado, lo humano se ha convertido en un lujo. Las empresas están entendiendo que lo auténtico es lo que realmente conecta con las personas. Sí, la IA puede ayudarnos a ser más eficientes, pero son las relaciones humanas las que crean equipos fuertes y comprometidos” 

 

Las empresas deben ser abiertas sobre sus objetivos, desafíos y decisiones importantes. Y más allá de eso, deben fomentar espacios donde todas las voces sean escuchadas y valoradas. Porque cuando confiamos en quienes lideran nuestras organizaciones, nos sentimos parte de algo más grande.

Por eso, creo que este año y el que viene, vamos a encontrarnos con que las empresas necesitan herramientas para preguntar. Las encuestas tradicionales han quedado un poco desfasadas. La información que dan es tan genérica que cuesta extraer información de calidad. Habrá que apostar por encuestas que sean personalizables donde se extraiga información de valor, y también habrá que explicar a los colaboradores y colaboradoras cuáles han sido los resultados de estas encuestas y qué vamos a hacer con ellos.

Bienestar físico, mental y digital.

El trabajo híbrido llegó para quedarse, pero con él también llegaron nuevos desafíos: ¿cómo asegurarnos de que el uso constante de herramientas digitales no afecte a nuestro bienestar? En 2025, vamos a ver cómo crecen las iniciativas que promueven el equilibrio entre vida laboral y personal.

De hecho, muchas empresas se han puesto las pilas ya y están llevando a cabo programas de bienestar, que incluyen acciones para el bienestar financiero, digital o nutricional, por poner un ejemplo, y muchos programas de diversidad e inclusión, dirigidos a preservar la salud física y mental de las personas que colaboran en ellas y hacer de los espacios laborales lugares emocionalmente seguros. 

También desde el punto de vista tecnológico se han puesto en marcha aplicaciones para pausas activas y subtítulos automáticos en reuniones virtuales para garantizar accesibilidad.  Las empresas están entendiendo que cuidar a su gente no es opcional, sino esencial.

La cultura

En un mundo laboral tan cambiante como el actual, contar con una cultura corporativa sólida es más importante que nunca. La comunicación interna juega un papel clave aquí: debe ser el puente entre los valores organizacionales y las personas.

No basta con definir la cultura con una serie de atributos más o menos singulares, hay que aterrizarla en comportamientos para que todas las personas de la organización, desde la que está en la recepción hasta la máxima responsable, estén en la misma página y se comporten de la misma manera. La cultura es el pegamento que une a los empleados y empleadas.

Por eso, para este año estamos viendo que las empresas van a poner foco en definir esta cultura, si no lo han hecho ya, y en aterrizarla con campañas asociadas a sus valores, que van a ser esenciales a la hora de fidelizar y atraer talento, especialmente entre las generaciones más jóvenes, que son también las más exigentes a la hora de elegir en qué tipo de empresa trabajar.

Celebrar logros colectivos e individuales, fomentar espacios seguros para dar feedback y promover el desarrollo profesional son solo algunas maneras en las que podemos fortalecer esa cultura.

En resumen… En este 2025 lleno de cambios e innovaciones tecnológicas, hay algo que debemos tener siempre presente: todos y todas somos personas antes que roles o cargos dentro de una empresa. La tecnología puede ayudarnos a ser más eficientes y tener mejor conexión, pero será nuestra humanidad —nuestra empatía, creatividad y autenticidad— lo que realmente marcará la diferencia.

La integración entre IA y relaciones humanas no debe verse como una competición entre dos fuerzas opuestas, sino al contrario: son elementos complementarios capaces de transformar cómo trabajamos juntas y juntos hacia un futuro mejor. Porque al final del día, lo importante no es qué tan avanzadas sean nuestras herramientas tecnológicas; lo importante es qué tan bien usamos esas herramientas para cuidar a quienes hacen posible todo lo demás: nuestra gente.

 


Heidi Güells Ventura es directora de negocio de Mostaza Comunicación, agencia especializada en comunicación interna. Con más de 30 años de carrera, cuenta con amplio expertise a la hora de hablar sobre comunicación y de aquellas disciplinas que antes se llamaban below the line: relaciones públicas, promociones, eventos, marketing digital, etc. En los últimos 10 años se ha centrado en la comunicación interna desde Mostaza Comunicación, una agencia especialista en definir e implementar estrategias de comunicación interna formada por un equipo de profesionales que trabajamos con un propósito común: movilizar a las personas para acelerar los procesos de transformación y conseguir que arraiguen.