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La Academia de la Publicidad nombra a sus Academicos de Honor 2019

Más de 200 publicitarios asistieron anoche  en la Real Academia Española (RAE) a la ceremonia anual de la Academia de la Publicidad

Pablo Alzugaray, presidente de la Academia de Publicidad, dió la bienvenida con un discurso en el que habló de la aportación de la tecnología al trabajo publicitario, una constante desde que nació la publicidad. Su conclusión, tras citar autores como Yuval Harari o Heráclito, fue que “la tecnología mejora mucho la eficacia de nuestro trabajo, pero no cambia la esencia de lo que hacemos. La conexión emocional entre marca y persona seguirá siendo esencial para las marcas y para las personas”.

Publicitario del año

Antes de la investidura de los cinco nuevos Académicos de Honor, Alzugaray entregó la distinción de Publicitario del Año, al igual que las anteriores decidida por el Jurado de la Academia.  El elegido fue Alfonso Marián, recientemente nombrado CEO de Ogilvy en España y protagonista en pocos años de una fulgurante trayectoria internacional en EEUU. Actualmente mantiene responsabilidades creativas internacionales en la red.

Elbaile: Reivindicar la publicidad simple, honesta, directa y sincera

Cada nuevo AdH fue presentado por uno ya consagrado. Joaquín Lorente se encargó de la loa de Agustín Elbaile, de quien dijo: “Ha hecho su camino atando nidos. No dejando nada al azar. No dejando jamás un hilo suelto”. Y en otro momento: “Domina la armonía de la relación humana porque le gusta, la siente, la vibra (…) Felicito a la Academia por investirte hoy como Académico de Honor. Es una importante evidencia de que la Academia está tan viva como él”.

En su respuesta de aceptación, Agustín Elbaile se refirió a las curiosas circunstancias de su nacimiento como si fuese una campaña publicitaria, como si hubiera nacido predestinado. “Fui anunciado, voceado, presentado en sociedad como un nuevo producto después de una preciosa historia en la que hubo tensión, intriga, desenlace y bodegón final con música”. Y sobre sus aprendizajes resumió: “Quiero hacer hoy aquí, en la Real Academia Española, un homenaje a la simplicidad, a la ausencia de flecos, a la publicidad honesta, directa, sincera. Quiero reivindicar la fuerza de las ideas y la palabra por encima de cualquier medio de vehicular contenidos o significados”.

Marco: La oportunidad de reinventarse

A continuación intervino José María Lapeña para presentar a Mari Carmen Marco, destacando la profesionalidad y calidad humana que demostró cuando trabajó desde su agencia para Telefónica, donde ella era, primero, responsable de medios para todo el grupo y, más tarde, subdirectora de marketing corporativo.

La nueva Académica de Honor respondió con un discurso en el que aludió a la capacidad de reinventarse (su trayectoria pasó por el medio, la agencia y el anunciante). Y destacó tres aspectos básicos para tener éxito en publicidad. “En primer lugar la formación, la formación académica, de la que hoy día andáis y andamos más que sobrados (…) La actitud, más importante que la primera, si cabe. Abrir la mente, gestionar el conocimiento, transmitirlo, salir al encuentro de las oportunidades y, si te sientes capaz de abordarlas, reivindicarlas si se te resisten”. Y el tercero: “La dignidad. Tener clara la meta. No dejarse intimidar por la presión, defender tus principios y hacer valer tus propias capacidades, con valentía y a costa de lo que sea”.

Lobera: La publicidad como poder transformador de la empresa y la sociedad

Félix Muñoz, nombrado AdH en 2018, presentó a Jaime Lobera, otro anunciante destacado que alcanza ese privilegio.  Después de recordar su paso exitoso por grandes compañías y su impacto en la publicidad española, se refirió a su perfil personal. “Jaime es una rara avis en este competitivo, burocrático y político mundo de la empresa en el que llegar alto es difícil, pero más fácil si renuncias a tus principios. Llegar alto como Jaime sin renunciar a ellos es la verdadera rareza. Mantener la humildad después de llegar solo se lo he visto hacer a Jaime. Ese es su mérito (…) Hace años, el sueño de los creativos era hacer un anuncio de Coca-Cola. Ahora es hacer uno de Campofrío”.

Jaime Lobera, en su discurso, trufado de agradecimientos a sus agencias a lo largo de los últimos años, declaró ser “un absoluto enamorado de la publicidad”. “La publicidad no solo nos permite multiplicar el valor económico de las empresas y de sus marcas, que es su fin principal, sino que siempre, y claramente mucho más en los tiempos que nos ha tocado vivir desde la revolución digital, supone un impresionante vehículo transformador de la cultura y de la sociedad. En una sociedad del entretenimiento, la publicidad puede, además, ayudar a pensar (…)  Somos muy afortunados porque a través de la publicidad podemos difundir mensajes que promueven valores y que fomentan un activismo cada vez más necesario en nuestra sociedad: publicidad solidaria, inclusiva, que ataca las discriminaciones, el racismo, el machismo, que promueve la igualdad, publicidad que nos recuerda lo que de verdad importa en la vida (…) Somos muy afortunados. Y tenemos una gran responsabilidad: hacer mucha y muy buena publicidad”.

Vizcaíno y Rico: Si no emociona no vale

El último nombramiento fue doble, el de Marta Rico y Miguel García Vizcaíno. Se encargo de presentarles otro reciente AdH, Toni Segarra. Este recordó el impacto de la dupla creativa con su trabajo desde un estilo madrileño. “Son tan buenos, que creo que todos sospechamos que ellos inventaron ese estilo. Un estilo que nos han regalado con su generosidad infinita”. “Si la publicidad tiene algún sentido como instrumento de venta, es para recordarnos que la esencia de comprar y vender es profundamente humana. Si vale la pena reivindicar lo que hacemos es precisamente por eso (…) Gracias por darnos permiso para hablar de todo en los anuncios: de la vejez, de la guerra, de la pobreza, de la locura, de la emigración, incluso de la muerte. Gracias por descubrirnos que todo en la vida, absolutamente todo, tiene un lado hermoso”.

En su respuesta, Miguel García Vizcaíno habló de su pareja creativa, Marta Rico. “A su lado, todo ha de ser bello. Todo está ahí por algo. Nada es casual. Cualquier minúscula pieza tiende a ser perfecta. Reír es bello, llorar puede ser sublime. Todo funciona en su especial microcosmos. Ella es la fuente de energía que todo lo mueve. Y detrás de cada movimiento, al final siempre hay una emoción. Para Marta, si no emociona, no vale. Por eso me gustaría que este reconocimiento sirviera también para reivindicar todo lo que no es visible. Todo el talento, el trabajo y el esfuerzo, casi siempre femenino, que es eclipsado por alguna extraña razón”.

Marta Rico, por su parte alabó la tarea de los creativos y su relación con las emociones. “Como los novelistas, los poetas o los dramaturgos, los creativos publicitarios trabajamos con material sensible: las emociones. Por eso, sin que nadie se dé cuenta, aprovecharemos la ocasión para tomar prestada alguna metáfora.  Sabemos que son figuras muy delicadas. No se preocupen. Prometemos hacer buen uso de ellas. “

Tras la ceremonia, que fue conducida por el secretario de la Academia, David Torrejón, y amenizada musicalmente por la DJ Helena Piti, se sirvió un cóctel en el Real Jardín Botánico.

Pie de foto: de izquierda a derecha. Fila superior: José Luis Segura, Bartolomé Espadalé, Félix Muñoz, Robert Rodergas, Agustín de Uribe-Salazar, Enrique Sanz, Agustín Medina, Toni Segarra, César Vacciano. Fila intermedia: Jesús Martín, Isabel Yanguas (presidenta del jurado), Joaquín Lorente, José María Lapeña, Julián Bravo. Fila inferior: Pablo Alzugaray  (presidente), Juan José Gómez Lagares, Augusto Macías, Miguel García Vizcaíno, Marta Rico, Jaime Lobera, Agustín Elbaile y Mari Carmen Marco.