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Foro Regulación Inteligente denuncia que la legislación audiovisual y publicitaria en España se ha quedado obsoleta

La organización presenta un nuevo informe que pone de manifiesto que el marco legislativo actual obedece a la realidad mediática propia los años ochenta, sin tener en cuenta las realidades más complejas del paradigma comunicativo moderno

La legislación audiovisual y publicitaria en España se ha quedado obsoleta y ya no responde a los hábitos de consumo audiovisual de la actualidad. Ésta es una de las principales conclusiones del nuevo estudio de Foro Regulación Inteligente, iniciativa privada e independiente que nace con el objetivo de promover un debate abierto y constructivo sobre la importancia de simplificar y mejorar el entorno normativo en el que se mueven las empresas españolas, que ha analizado cómo ha evolucionado la forma de consumir contenido audiovisual en los últimos años. El informe ("Medios, publicidad y regulación: hacia un paradigma del siglo XXI") recomienda abrir un proceso de actualización, revisión y mejora del marco regulatorio de la publicidad en España, teniendo en cuenta los nuevos hábitos de consumo y la profunda crisis económica que ha provocado el COVID-19.

"La legislación actual data de los años 80 y desde entonces no se ha abierto un proceso de revisión de la normativa en profundidad -señalan- Entretanto, los hábitos de consumo audiovisual han cambiado sustancialmente. Hemos pasado de la televisión pública que tenía el dominio del mercado a un consumidor de contenido audiovisual multi pantalla y la legislación no se ha actualizado atendiendo a esa realidad". Tal y como se desprende del informe, si en la década de los años 80 veíamos que la televisión pública tenía un claro predominio en el mercado, hoy vemos que su cuota de audiencia es mucho menor y que la gran mayoría de la audiencia elige canales privados. De igual modo la televisión de pago ha crecido con el paso del tiempo y ya llega a casi uno de cada tres ciudadanos. A ello hay que sumar el desarrollo de las plataformas OTT (servicio de libre transmisión). 

Respecto a las cifras de penetración del consumo de los distintos soportes, la televisión sigue reinando con el 85%, pero casi a la par de Internet que se mueve entre el 77,9% y el 82,1%, dependiendo del criterio de medición. En consecuencia, más que darse un efecto sustitución, se observa un fenómeno complementario entre una y otra fórmula. La radio alcanza un 57,5%, las revistas se mueven en un 29,7%, los diarios llegan al 22,8% y los suplementos se quedan en el 7,4%. 

En cuanto a los minutos consumidos diariamente por los españoles en los diferentes medios de comunicación, vemos que su total asciende a 460,1 minutos. La televisión sigue en cabeza con claridad, alcanzando un total de 210,3 minutos que suponen el 46% del total. La cuota de internet es del 30%, con unos 139,8 minutos diarios. Le sigue la radio con el 22% de los minutos consumidos diariamente por los españoles, unos 98,8 minutos diarios.

El nuevo marco regulatorio

La manera en la que se consume contenido audiovisual ha evolucionado. Si bien hay un proceso de convergencia entre hábitos de consumo, este no necesariamente resta potencial al mercado televisivo, que sigue teniendo predominancia frente a internet, contrario a lo que se supone. "Los nuevos medios no han tenido un efecto sustitutivo ante la TV, sino complementario", señalan en el informe, que también pone el foco en la materia publicitaria. La evolución de la inversión publicitaria también ha sufrido una evolución, pero en este sentido la televisión también sigue siendo el medio a través del cual se canaliza un mayor volumen de inversiones, con 2.127 millones de euros frente a los 1.743 millones de euros de internet, según datos de InfoAdex. 

"Hoy España tiene una oportunidad de oro para adaptar su marco legislativo -defiende Diego Sánchez de la Cruz, analista económico y director del Foro Regulación Inteligente- La trasposición de la Directiva Europea de Servicios de Comunicación Audiovisual (Directiva 2018/1808) y la necesidad de favorecer el crecimiento económico para dejar atrás la crisis provocada por el COVID-19 deberían ser la excusa perfecta para revisar todo el paradigma regulatorio referido a la publicidad en medios".

De hecho, la inversión publicitaria en televisión ha crecido un 12,5% durante los últimos cinco años y hasta el inicio de la pandemia por COVID-19, el gasto se había mantenido estable. La crisis del coronavirus provocó una gran caída en los ingresos por publicidad de la televisión. En concreto, el descenso ha sido del 48% y, entre marzo y mayo, las televisiones han dejado de ingresar hasta 267,1 millones de euros. De ahí que la actualización y flexibilización del marco también suponga una oportunidad única para la recuperación económica de varios sectores, en principio de las televisiones y de sus anunciantes. "Para que el nuevo marco regulatorio sea efectivo, es necesario abandonar el paradigma de los años 80 y perseguir un proceso de reforma regulatoria que derive en una legalidad que obedezca a la realidad mediática actual y a los hábitos de consumo actuales -profundiza Sánchez de la Cruz- Lo que se necesita es una regulación más flexible y menos intervencionista, que permita un mayor grado de autorregulación, así como presión normativa más acotada y menos intervencionista. No se trata entonces de adoptar simplemente las nuevas reglas que marca Bruselas con esta Directiva, sino de ampliar la conversación desde ahora y realizar una transformación más a consciencia y generalizada del marco regulatorio de la publicidad, en línea con lo que ya ha expresado la CNMC, sobre el hecho que los requisitos normativos de la legislación vigente “han quedado obsoletos” y “están llamados a una próxima revisión en el marco de la transposición de la nueva Directiva europea”.