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Aspectos básicos del branding para fortalecer una marca, también en época de crisis

por Laura Ródenas

El branding es en sí mismo un aspecto estratégico clave de la estrategia de negocio de cualquier compañía, y el principio básico del branding es la estrategia de marca. Toda marca debería tener una estrategia clara, idealmente desde su nacimiento; saber desde el principio adónde se dirige para construir sus elementos de identidad en base a sus objetivos de negocio y futuro estratégico.

La estrategia es un punto de ancla que nos permite reaccionar ante un contexto cambiante, como puede ser el de la crisis, sin perder nuestra esencia. Tener una estrategia nos permitirá ser coherentes y sumar siempre en una misma dirección, creciendo marca y compañía a la par, construyendo y proyectando una imagen sólida.
 
Pero la estrategia además debe estar basada en características reales, lo más tangibles posibles, de nuestros productos y servicios, o de nuestras competencias o habilidades distintivas. De nada sirve construir castillos en el aire, debemos construir marcas sobre bases sólidas. Aunque a su vez debemos encontrar el enfoque o la visión que la haga original y única. Esa es la única forma de tener un territorio e imagen definidos donde nuestros públicos sepan qué esperar de nosotros, cuál es nuestra propuesta de valor.

Tampoco podemos olvidar que las estrategias son, por definición, a medio-largo plazo, por lo que las marcas deben tener estabilidad en su gestión, seguridad y confianza en su estrategia, y paciencia. Un concepto de marca no se construye e instaura en la mente de los consumidores ni fácil ni rápidamente. Nuestros públicos necesitan estabilidad en los códigos para facilitarles el reconocer quién le habla y los contactos con la marca, que retendrá y sumarán a esa identificación, son muy pocos.
 
Ahora bien, no podemos crear una estrategia que nos limite, las estrategias han de construirse con visión de futuro adelantándose a los cambios y tendencias y definiendo una idea de marca, una propuesta de valor, de verdad basada en su esencia, es decir, lo suficientemente profunda para permanecer estable aunque se adapte a las circunstancias. Es la diferencia entre personalidad y actitud; quién eres no cambia pero tu comportamiento se adapta al entorno.
 
Y es que hoy en día las marcas son más relacionales que nunca, tienen que establecer un diálogo, estar más vivas y en el mundo que nunca, y esto implica ir con sus públicos de la mano, si hay crisis, en la crisis.

Laura Ródenas
Consultora de estrategia de Summa
@ConsultLAU
www.summa.es