Nicolás Landauro Constanzo, redactor - columnista
Entiendo mucho a la gente evita la publicidad en plataformas digitales (web, mailing, redes sociales, notificaciones de app´s, sms, etc). Yo también busco desesperadamente la X en los pop-ups. O que se acabe lo antes posible el spot en YouTube. Los mailing´s por ejemplo, casi siempre se van directo al spam o desde un ángulo "positivo", a la basura después de leerlo. Esto pasa sobre todo cuando el contenido es erróneo, de poco interés o invasivo. De hecho, me colgaré de este último formato para hablar hoy.
Para los que tratamos día a día, dominar el universo de la creatividad, la publicidad y las comunicaciones persuasivas, no hay nada más desmotivante que trabajar algo, sabiendo que lo más probable es que termine bailando entre cáscaras de plátanos y papeles arrugados.
Por lo mismo y para prevenir esto; los dos primeros pasos que debemos dar (basado en teoría y en la hermosa experiencia del ensayo y error), son entender y asumir que, sobre todo hoy, no se trata solamente de diseñar algo atractivo visualmente hablando o con una conceptualización nivel Salvador Dalí. Todo se trata de una planificación estratégica correcta.
David Droga dice, “Vivimos en la época donde el cliente te puede decir “lo quiero ahora”, “ahora no”, o simplemente “déjame en paz””.
Entonces hay que ser muy estratégicos, cautos y pertinentes con la base de datos que tenemos en mano.
Para seguir avanzando, debemos apoyarnos y cruzar la información rescatada de la plataforma que se use en la agencia/empresa, con el conocimiento y expericia previa que tengamos. En este caso, siento que sólo el acto de mirar para atrás, es lo que nos regala mayor sabiduría.
Como he repetido incansablemente en otras columnas, aquí no se debería mover ningún pixel si no hay data de lo que se ha realizado antes. ¡Resultados mandan! Y si un mailing con un color, forma y lenguaje, obtuvo buenos resultados, literalmente no hay motivo para ponernos a tratar de inventar la rueda o improvisar nuevas fórmulas.
Total relevancia tiene el despacho del mail de la semana pasada, porque con esos resultados puedo tomar decisiones óptimas para el nuevo contenido.
Entendí también, que hasta el asunto debe ser tan o más persuasivo que la misma promoción que viene en la pieza.
Pero ojo con eso, la gente no se quiere sentir engañada, como pasa en las noticias en RR.SS y sus titulares falsos o recontra exagerados.
Todo detalle de la pieza debe ser hermoso en su construcción y el contenido debe conversar con las necesidades que tenga el potencial cliente.
[Con esto me acordé de un libro maravilloso, Lecciones de Liderazgo de Walter Isaacson, documento basado en la lógica de Steve Jobs, donde se profundiza en un punto llamado "Exige la perfección].
Para que el Mail Marketing (que es el ejemplo que tomé para esta columna) tenga un impacto en la tasa de apertura y sobre todo en la conversión, todo tipo de tratamiento debe ser quirúrgico, obviamente los atributos del producto/servicio son lo principal.
Algunos redactores cuentan con plataformas inteligentes que les muestran las zonas calientes y frías de navegación de un soporte como este. Otros, trabajan a ciegas y sólo con la información que mandó cliente. Pero sabemos que el uso de una herramienta avanzada como esta, no te asegura el éxito de apertura o conversión. Por eso, los textos deben ser poesía pura.
Lo estético debe ser agresivo también; colores, tipografías, imágenes, íconos, palabras, botón de compra a la vista, un llamado de acción potente. (El minimalismo de una pieza gráfica también puede ser agresivo).
¿Se dan cuenta de la importancia real y profunda que tiene la analítica (y todo lo que conlleva), la práctica y los tiempos de desarrollo para un proyecto así?
Si me preguntan, la clave está en tres variables. Diseño basado en data cuali, planificación basada en data cuanti y tiempo.
Para cerrar y hacer conversar esta columna con las anteriores que he escrito, todo esto que les acabo de contar a grandes rasgos, merece tiempo, estudio, dedicación, estrategia, análisis, reflexión y mucho más. La efectividad de una pieza que nadie quiere ver, depende y necesita tiempo, no un ASAP.