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El contenido marca la diferencia

Joanna Zaremba

El auge del marketing de influencia es una realidad. Las marcas se han dado cuenta del poder que los influenciadores tienen en redes sociales y medios online y han empezado a trabajar con ellos e incluirlos en sus planes de comunicación. Hasta aquí, estamos todos de acuerdo.

Sin embargo, una buena campaña de marketing de influencia no se basa simplemente en escoger a unos influenciadores con muchos seguidores y pedirles que hablen de tu marca.

El primer paso es escoger bien el perfil del influenciador. Una buena elección pasa por determinar si el influenciador encaja con la marca y con la campaña en concreto, atendiendo también a su poder de recomendación y la reputación que tiene. Para esto se debe analizar qué comentarios hace habitualmente, qué relación tiene con sus seguidores y con qué marcas ha trabajado previamente, para asegurarnos de que aportará credibilidad a la nuestra.

El poder de los influenciadores reside en la confianza que la gente tiene en ellos y en su palabra. Los mensajes deben ir acorde a su perfil, por lo que se recomienda, siempre siguiendo unas directrices estratégicas, que sean ellos mismos los que definan los mensajes para dar a la historia un toque personal que dará credibilidad a la acción.

Un tweet o un post serán una herramienta útil de influencia en la medida que sean creíbles en boca del influenciador. Alguien haciendo un tweet sobre Samsung desde un iPhone no crea ningún tipo de credibilidad. 10 jugadores de fútbol que a la vez hagan el mismo tweet diciendo que van a ver una serie tampoco es creíble. La credibilidad es clave en esta disciplina, ya que de ella depende la capacidad de influencia. Si no se hace bien, el poder de la red se puede volver en tu contra y resultar en una merma de la credibilidad y en un daño a la reputación del influenciador o de la marca.

No obstante, las campañas no se construyen con un par de tweets sueltos. Otro componente clave para que una acción sea verdaderamente relevante es crear contenidos que generen viralidad entre los seguidores de los influenciadores y contribuyan a construir una buena imagen de marca. El buen contenido se construye con mensajes que encajan con el influenciador y que aportan valor al consumidor.

A la hora de crear la estrategia de contenido lo primero que debemos preguntarnos es, ¿sirve esta información de algo a los usuarios? Partiendo de esto, se deben trabajar los mensajes generando una historia relevante que les enganche, ya sea porque les hace gracia, porque les emociona o porque sienten curiosidad.

En el marketing de influencia, el contenido es la clave del éxito y éste debe ser creíble y relevante.

Joanna Zaremba. Executive Director de Agents of Influence
@JoannaZaremba
@agents_es