por Ernesto G. Bustamante
El posicionamiento en Google depende de una correcta estrategia SEO en la que se combinan adecuadamente una serie de factores y que presta atención, además, al buen contenido. Por lo tanto, el SEO es cuestión de aplicar conocimientos técnicos, usar el sentido común, conseguir enlaces relevantes y crear contenido de valor para los usuarios.
Teniendo todo esto en cuenta, a continuación voy a hacer un resumen de los principales factores de posicionamiento que hay que tener en cuenta para lograr que los contenidos aparezcan en Google lo más arriba posible, actualizado a las últimas novedades de 2016 y a las previsiones de 2017:
CTR. El CTR (del inglés Click Through Ratio) es el porcentaje de clicks por impresión. Es decir, es la cantidad de clicks que reciben tus contenidos en Google teniendo en cuenta las veces que han aparecido como resultado de búsqueda. A mayor CTR mejor posicionamiento, ya que esto es un indicador de que tus artículos son relevantes o interesantes para los usuarios.
Un modo recomendable de optimizar tu CTR es redactando buenos títulos y descripciones para cada contenido, además de usar palabras clave y expresiones que motiven al usuario a pinchar en él y ser descriptivos sobre lo que ofrecemos para que el lector sienta ganas de clickar.
Tiempo de retorno a Google. Otro factor que Google tiene en cuenta para posicionar es el tiempo que tarda el usuario en volver a él para seguir investigando después de haber pinchado en un resultado concreto. Cuanto más tarde esa persona en buscar de nuevo, más tiempo entiende Google que ha estado consumiendo ese contenido, con lo cual tiende a posicionarlo mejor por ser más relevante. Para que los usuarios pasen el mayor tiempo posible dentro de tu web, debes ofrecerles contenidos realmente relevantes y de calidad, con la extensión suficiente para que la necesidad del lector quede lo más satisfecha posible.
Enlaces. Para que una web y los contenidos que hay en ella posicionen bien, es importante contar con un buen perfil de enlaces tantos externos como internos. ¿En qué se diferencian ambos tipos? El primer grupo son aquellos que se hacen desde otras webs gracias a la generación de buen contenido y del establecimiento de acciones concretas para que esas otras páginas enlacen hacia la nuestra.
Es importante que los links entrantes de tu sitio sean naturales o al menos lo parezcan. Es decir, lo habitual es que las webs que nos enlacen lo hagan usando diferentes anchor text (el texto sobre el que se coloca el link). Por lo que si todos los enlaces que nos hacen tuvieran el mismo anchor text, Google podría pensar que no son naturales, sino comprados o forzados.
A la hora de buscar webs que puedan enlazar a la tuya, hay que intentar que sean sitios con alta autoridad de dominio o DA (Domain Authority). Esto tiene una gran importancia, ya que parte de este valor se traspasa en los links, sobre todo si son de tipo follow.
Respecto al enlazado interno, hay que procurar enlazar tus contenidos y URL´s entre sí para que el flujo de autoridad interno corra con fluidez, ya que esta también se traspasa dentro de nuestra propia web, además de incentivar el tráfico interno para evitar una alta tasa de rebote. Esto consiste en el porcentaje de usuarios que entran a un sitio y se van por la URL desde la que han llegado, en lugar de seguir navegando por la web. Por este motivo, hay que reducirla todo lo posible.
Evita penalizaciones Penguin. Google podría ‘castigarte’ si la mayor parte de enlaces que apuntan a tu sitio proceden de webs de baja calidad o penalizadas. Por eso, no deberías comprar o conseguir muchos links hacia tu página en un periodo demasiado corto de tiempo, contar con demasiados enlaces procedentes de un mismo sitio web ni que estos sean repetitivos desde zonas como footers y sidebars, ya que esto es muy sospechoso para el buscador.
En este sentido, tampoco es recomendable tener demasiados enlaces procedentes de directorios de poca calidad o desde sitios de temáticas diferentes a la tuya, así como el intercambio de links con otras webs.
Si Google detecta que has abusado de alguna de estas prácticas, podría penalizarte mediante su herramienta Penguin, con lo que empezarías a perder posicionamiento y por tanto tráfico a tu sitio. También podría pasar que te hicieran un ataque de SEO negativo colocándote enlaces masivos desde dominios tóxicos o penalizados. Si esto sucede, puedes usar la herramienta Disabow de Google para desautorizar estos links.
Hay que reseñar que Google ha cambiado recientemente el modo de funcionamiento de su herramienta Penguin, permitiéndole actuar en tiempo real a partir de ahora. Esto quiere decir que ya no hay que esperar a nuevas actualizaciones para ver si te han penalizado, sino que trabaja sobre la marcha y de un modo más rápido.
Evita penalizaciones Panda. Estas surgen como consecuencia de colocar en tu web un alto porcentaje de contenido duplicado o copiado de otros sitios. A día de hoy, Google intenta a toda costa que lo que se muestra de Internet sea exclusivo en cada sitio, por lo que suele actuar sobre todas esas webs que basan su estrategia en copiar los textos de otras, ya que esto perjudica la experiencia del usuario y la eficacia del buscador.
En cualquier caso, si no tienes más remedio que colocar en tu sitio un contenido que ya existe en otro, siempre puedes desindexar estas URL´s mediante la etiqueta meta robots. De este modo Google no las tendrá en cuenta y evitarás la penalización.
Arquitectura web. Un buen SEO pasa por tener un sitio correctamente estructurado en cuanto a códigos (etiqueta title, meta description, encabezados h) que son relevantes para Google, así como en relación a la estructura, diseño y usabilidad.
Hay que tener en cuenta que las webs que ofrecen una buena experiencia de navegación, que son fáciles de utilizar, atractivas y entendibles, suelen conseguir un mayor tiempo de permanencia del usuario. Además, resulta esencial que el sitio sea responsive, es decir, que se adapte automáticamente a todos los dispositivos y tamaños de pantalla.
Reparto correcto de palabras clave en URL´s y títulos. Un típico error SEO consiste en repetir las mismas palabras clave en casi todas las URL´s del sitio pensando que de este modo se consigue reforzar el posicionamiento para esa keyword.
Lo aconsejable es hacer una búsqueda de palabras clave que tengan bastante interés por parte de los usuarios y luego ir distribuyéndolas por las diferentes páginas y entradas de la web. De este modo existen más posibilidades de conseguir posicionar diferentes keywords y así conseguir tráfico proveniente de diferentes búsquedas.
Deberías colocar las palabras clave en lugares relevantes de cada URL de tu sitio. Esto es, en el título, primer párrafo del contenido, slug, encabezados, texto alternativo de las imágenes, enlaces, negritas y en general en el texto con una densidad suficiente pero sin pasarte para que Google no interprete que estas forzando la optimización.
Velocidad de carga. La velocidad de carga del sitio es crucial de cara a la experiencia de usuario y es muy importante para el posicionamiento. A Google le gustan las webs que necesitan poco tiempo y cada vez es un factor más relevante para el SEO.
Para medir este parámetro puedes usar herramientas online como GTMetrix o PageSpeed Insights de Google, que además te dan multitud de consejos para mejorar la velocidad de carga. Como recomendación general, es esencial optimizar bien las imágenes y evitar aplicaciones y plugins que ralenticen demasiado el proceso.
Auditoría. Para analizar la calidad SEO de un sitio puedes realizar una auditoría general para detectar posibles fallos y mejorarlos. Existen múltiples herramientas para ello. Algunas de las más interesantes son Sistrix, Semrush, Seoptimer, Siteliner, Woorank, Ranksignals, Open Site Explorer y Screenfly.
Con ellas puedes monitorizar las keywords que usa una web, contenidos que están indexados en Google, errores 404, contenido duplicado interno, estructura interna de etiquetas HTML, existencia de archivos esenciales como Robots.txt y Sitemaps.xml, enlaces externos e internos, autoridad del dominio, versiones responsive de la web, etc.
Otra herramienta muy útil para el análisis y mejora del SEO es la Google Search Console, donde además puedes realizar acciones clave para la optimización y corrección de errores.
Una vez realizada la auditoría y detectadas las carencias, viene la fase de optimización. Es recomendable trazar un plan a medio-largo plazo para ir solucionando los errores y monitorizando las mejoras poco a poco.
Trabajo y optimización constante
Conclusión; el SEO es una cuestión de trabajo y optimización constante. Aquí no existen milagros. Se trata de tener muy claras las acciones a realizar y llevarlas a cabo de manera planificada.
Ten en cuenta que posicionar en Google no depende únicamente de implementar códigos web y acciones puramente técnicas, sino también de aplicar el sentido común y ofrecer contenido relevante para los usuarios. Este suele recibir más clicks, consigue que los lectores estén más tiempo dentro de la web, genera más interacciones, comparticiones en redes sociales, comentarios, etc.
Al fin y al cabo, un sitio web suele recibir visitas y posicionar bien porque el contenido que ofrece es de interés para el usuario. Por lo tanto, no descuides este aspecto y enfoca tu estrategia SEO en este doble sentido: optimización técnica y contenido de valor que atraiga visitas y enlaces de calidad.