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Las fuerzas culturales que marcarán el final de 2025

En un entorno dinámico y en constante evolución, los profesionales de la comunicación y las marcas se encuentran ante el reto de descifrar las corrientes culturales profundas que marcarán la segunda mitad del año. La anti-hiperestimulación, pasando por la búsqueda de la seguridad en un contexto de precariedad o los cambios generacionales, son algunos de los puntos de inflexión que anunciantes y marcas han de tener en cuenta de cara al final de 2025

El estudio "Perspectiva del 2025: Puntos de Inflexión", de Edelman, ha identificado seis fuerzas transformadoras y cómo reconfigurarán la interacción entre las marcas y sus audiencias en los próximos meses.

El informe detalla una tendencia creciente hacia la anti-hiperestimulación, que se define como una búsqueda de relaciones más selectivas con los medios y el contenido. Ante la saturación informativa, que ha llevado a que una parte significativa de la población evite activamente las noticias, se observa un resurgimiento del interés por lo "nicho" y los formatos de larga duración, como podcasts y directos, que ofrecen profundidad frente a la inmediatez. Esta tendencia se entrelaza con el impacto omnipresente del algoritmo en la creación de contenido, impulsando a algunos creadores a buscar plataformas más independientes. Además, surge el "ayuno de dopamina" y “aburrimiento educativo" como vías para contrarrestar la sobreestimulación digital.

Paralelamente, se destaca la exploración de la protección, marcando un retroceso de la era del nómada digital hacia una búsqueda de seguridad y límites en un contexto de precariedad. Este cambio se evidencia en movimientos contra la gentrificación y en la preferencia por una estética "cutre" o sin pulir que desafía el lujo silencioso. La acción cívica pasa del "click al activismo" con un aumento de la movilización en la vida real, y se valora cada vez más la capacidad de contención en hábitos de consumo más generalizados, como la reducción del alcohol. Las nuevas generaciones redefinen la actitud laboral, priorizando la conciliación y la flexibilidad, al tiempo que crece la preocupación familiar por el uso temprano de dispositivos móviles en niños.

En el ámbito demográfico, el estudio subraya la influencia de un mundo que envejece, con una población mayor de 55 años superando a los menores de cinco. Este cambio fundamental impulsa la innovación y la investigación en el mundo alimentario, así como el desarrollo de tecnología más accesible y emocional para personas mayores. Sin embargo, esta longevidad también pone de manifiesto una creciente desigualdad en el acceso a cuidados básicos en la vejez, haciendo de esta una cuestión de privilegio.

La generación de los Middlennials, la primera totalmente conectada a internet que ya alcanza la mediana edad, enfrenta sus propios desafíos. El estudio observa tendencias como el "tradlifting" -muy discutido en redes en este último año-, que reaviva normas de género regresivas.

La inteligencia artificial plantea una amenaza a los roles de gestión intermedios, lo que lleva a un cuestionamiento de estas aspiraciones laborales. Esta generación continúa buscando la optimización de sus responsabilidades, al tiempo que se observan tendencias inesperadas como una mayor estabilidad en el matrimonio millennial, posiblemente debido a la espera para formalizar las uniones y a una preferencia por separaciones amistosas.

En el plano económico, el estudio apunta hacia un crecimiento alternativo, que lleva a una reevaluación de los modelos de negocio tradicionales. Hay indicios de que las empresas que logren crecer en 2025 serán aquellas que gestionen con prudencia la estrategia de "premiumización". Este concepto, que históricamente ha impulsado el valor de marca y los márgenes de beneficio al ofrecer productos o servicios de mayor calidad o con atributos de lujo, se encuentra ahora bajo análisis. La saturación del mercado y el cambio en las prioridades del consumidor sugieren un posible freno a la carrera por la "premiumización" constante, obligando a las marcas a reevaluar su propuesta de valor. La clave residirá en saber diferenciar cuándo y cómo introducir elementos premium de forma justificada y sostenible, sin alienar a un consumidor cada vez más consciente del gasto y menos proclive a pagar un extra injustificado.

Paralelamente, el mercado de segunda mano se consolida como una forma de consumo inteligente, ético y con estilo, con un crecimiento significativo en la compra de artículos vintage. La compra de artículos vintage no solo se posiciona como una forma de ahorro inteligente, sino que también se ha convertido en una declaración de gusto personal y de compromiso ético. Este sector, que ya experimenta un crecimiento significativo, indica un cambio en los patrones de consumo hacia la reutilización y la sostenibilidad, presentando una oportunidad para que las marcas exploren modelos de negocio circulares.

Finalmente, la fusión entre el gaming y la realidad se intensifica, con eventos y experiencias que difuminan los límites entre el mundo virtual y el físico, señalando la creciente influencia de los videojuegos en el ocio y la cultura popular. Los videojuegos, antes confinados a pantallas, están permeando la cultura general a través de eventos, experiencias y adaptaciones que trascienden el ámbito digital. Festivales como DreamHack Valencia, que extiende las fronteras del videojuego, o iniciativas como videojuegos en la vida real protagonizados por figuras populares de la red, son claros ejemplos de esta hibridación. La expectación por películas inspiradas en videojuegos o la creciente popularidad de parques temáticos temáticos de icónicas franquicias de gaming, subrayan la vasta influencia que los videojuegos ejercen ya no solo en el ocio, sino también en el diseño de experiencias culturales y de entretenimiento.