La marca se vuelca en su sentimiento Fallero y “quema las marquesinas” valencianas en un homenaje a la popular fiesta ante la imposibilidad de celebrar las Fallas,. La acción forma parte de una campaña más amplia donde muestra su apoyo a los valencianos con diferentes acciones bajo el lema “Valencia no falla”
“Valencia no falla, compartimos un sentimiento tan profundo que no hay nada que lo pueda apagar” es uno de los mensajes que lanza arroz La Fallera en su nueva campaña de apoyo a los valencianos y su principal fiesta, las Fallas, que no se celebrarán segundo año consecutivo por motivos de seguridad médica ante la pandemia. La acción, desarrollada por fairweather/ssba y la agencia de publicidad independiente Btob, cuenta con diferentes acciones y ejecuciones aunque la más llamativa es "quemar las marquesinas de Valencia". “Llevamos las Fallas en el alma, compartimos el sentimiento fallero y estamos infinitamente agradecidos por su gran acogida y por la confianza depositada desde siempre en nosotros”, afirma Anabel Ballester Clerigues, responsable de marketing en Valencia de arroz La Fallera. La campaña busca conectar con la Comunidad Valenciana, fundamental en la identidad de arroz La Fallera.
Ambas agencias se han centrado en la idea de “quemar las marquesinas” de la ciudad. “Esta acción busca vincular aspectos como el fuego, tan presente en la famosa festividad, con el fuerte sentimiento de los valencianos por las Fallas, algo que arroz La Fallera comparte y lleva en su identidad”, explica Guillermo Lázaro, director de estrategia de Btob. Así, este mobiliario urbano ha aparecido con mensajes como “Que no haya Fallas me quema”, “nada va a apagar nuestras ganas de Fallas” u “otro año sin Fallas quema a cualquiera”. Aquí llega la parte principal de la acción: quemar esos mensajes. Así, con un diseño novedoso se ha pasado a dotar a esas frases de un aspecto quemado y se ha añadido el claim de la campaña para reflejar que el sentimiento por la celebración no puede apagarse.
Por otro lado, el artista internacional Eduardo Relero ha pintado un ninot empleando la técnica anamórfica. La obra, que busca sorprender a los valencianos sin perder de vista la intención inicial de estas icónicas figuras, se encuentra en el suelo junto a la fachada principal de la Estación del Norte de Valencia hasta el 21 de marzo.