Las chispas Coca-Cola se dan cita en el primer Congreso de la Felicidad

Feliz es aquel que se define a si mismo sin miedo o la felicidad está hecha a base de momentos’ son algunas de las muchas frases que se han empleado para presentar el Primer Congreso Coca-Cola de la Felicidad. Según el psicólogo y escritor Javier Hurra, “la esperanza y el optimismo son obligaciones éticas y hoy por hoy la sociedad está necesitada de felicidad”; es por esto que la división más creativa de la marca, liderada por Margarita Álvarez, presidenta del Instituto Coca-Cola de la Felicidad, ha querido promover una serie de ideas y conocimientos positivos de la mano de políticos como el primer ministro de Bután, quien explicará por qué su país considera que la felicidad del ser humano no radica sólo en el crecimiento del PIB; científicos como Valentín Fuster o Sonja Lyubomirsky; deportistas como Edurne Pasabán, o el superviviente del accidente aéreo que inspiró la película 'Viven', Gustavo Zerbino. Según Álvarez, “aunque en Coca-Cola no somos expertos en felicidad, si lo somos en investigación y sabemos hacer las cosas para que la gente esté más contenta”. Prueba de ello son las 3.000 entrevistas que se realizaron durante 2008 y 2009 para conocer el estado de ánimo de los españoles y cómo influían en sus percepciones su estado social, familiar o económico. Ahora, el Congreso de la Felicidad llega con la idea de transmitir los valores necesarios para ver la felicidad no como algo utópico o un estado reservado para los poderosos, sino como una “capacidad para aprovechar todas las posibilidades que se nos presentan”, según ha explicado Javier Sádaba, teólogo y filósofo. Así, Madrid se convertirá los días 19 y 20 de octubre en la capital de la felicidad. En este congreso se ensayará a los asistentes no tanto a lograrla como a saber que también se consigue aprendiendo a manejarse en las dudas, la ruptura o la vulnerabilidad, a tomar decisiones, respetar a los demás y muscular la voluntad, ha insistido el escritor y psicólogo Javier Urra. Al fin y al cabo, como ha señalado Sádaba, “la felicidad se conquista”.