Fernando Hernandez Santana, diirector global de servicios y desarrollo de clientes de Serviceplan
“Ya nadie se jubila en una agencia de publicidad”…..llevo años escuchando esta frase. Los que nos vamos acercando a la cincuentena, vamos teniendo la sensación (y cada vez la certeza) de que no terminaremos nuestra vida laboral en una agencia.
Tenemos el referente de nuestros padres, muchos de ellos trabajaron en la misma empresa durante toda su vida laboral y no había tanta movilidad entre compañías. Y a nosotros, cuando estábamos terminando la carrera, nos decían “a ver si encuentras un buen trabajo y te quedas fijo”.
Cuando empecé a trabajar en Publicidad, en el McCann Erickson de 1999, recuerdo a un par de personas que cumplían cuarenta años, no solo en la profesión sino en la misma agencia. Una de ellas, era una persona del departamento de tráfico, y la otra un producer de audiovisual que iba con bata blanca (para poder manipular las cintas abiertas de radio y las bobinas de cine que aún se utilizaban). La verdad es que estos dos perfiles ya representaban una manera de trabajar que estaba prácticamente en desuso.
Nosotros hemos tenido que acostumbrarnos a la movilidad laboral. Era la oportunidad de crecer profesionalmente, tanto en experiencia como en condiciones. Y todos hemos oído “es muy complicado crecer dentro de la misma agencia”. Lógicamente hay casos y casos, pero sí que hemos vivido mayoritariamente ese movimiento entre agencias, que además nos ha ayudado a crecer tanto a nivel profesional como personal.
Ahora, tenemos también la referencia de generaciones posteriores (treinta y tantos), que ya han entrado en el mercado laboral con una mentalidad diferente, y no sólo están dispuestos a cambiar de empresa, sino de sector.
Todos somos conscientes de la gran transformación que hemos vivido en los últimos años. La innovación tecnológica ha sido un motor transformador de la forma en que vivimos, y también de la manera en la que las marcas se acercan a sus audiencias. Y los profesionales que nos dedicamos a esto, también estamos en continua transformación, actualización y aprendizaje.
Independientemente del talento y de unas condiciones o cualidades personales que debes tener para trabajar en publicidad, la experiencia es un valor muy importante en nuestro sector. Todos conocemos el término “tirar de oficio”. Pero ese oficio, muchas veces necesita de frescura, nuevos puntos de vista, y del empuje de las nuevas generaciones.
Personalmente pienso que funcionan muy bien los equipos con talento senior y junior, donde se van retroalimentando los perfiles para sacar el mejor rendimiento. Pero aún así, llega un momento en el que ese talento senior se hace la eterna pregunta: ¿Tengo un Plan B?
La primera decisión a tomar podría ser, ¿Sigo en el sector de la comunicación o me dedico a algo completamente diferente?
Si quieres seguir trabajando en comunicación, seguramente no será de la manera como lo has hecho hasta ahora. Hay otras formas de seguir relacionado con este mundo, pero requieren apostar, adaptarse y reorientar el rumbo, aunque dentro de un marco que de alguna manera nos es familiar.
Las marcas van a seguir necesitando ser relevantes para sus audiencias, posicionarse y diferenciarse, aunque en nuevos escenarios, con nuevos canales, y con nueva tecnología que posiblemente aún no conocemos. Dentro de esta transformación, también surgirán nuevas fórmulas de trabajo, y podremos poner en práctica toda nuestra experiencia y saber hacer, pero de otra manera diferente y seguramente muy enriquecedora.
Si decides dedicarte a algo diferente, hay muchas opciones. Todos tenemos amigos que lo han hecho y hay vida más allá. En mi caso, tengo antiguos compañeros que han abierto un restaurante, una heladería, un chiringuito en la playa, un negocio online de frutas exóticas e incluso dar la vuelta al mundo y convertirse en influencers de viajes. Todos ellos han utilizado su experiencia de haber trabajado en una agencia de publicidad.
Al fin y al cabo estamos acostumbrados a trabajar con proyectos a corto, medio y largo plazo, en los que puede haber cambios de planes con frecuencia y debemos reorientarlos. También estamos acostumbrados a llegar a consensos y tratar con muchos tipos de personas. Tenemos habilidades comunicativas, sabemos estructurar un discurso de venta y encontrar los argumentos necesarios para defender una idea.
Volviendo a la pregunta del titular sobre ¿y tú? ¿Ya tienes tu plan B?
Si aún no lo tienes decidido, no te preocupes porque a veces se va construyendo con los pequeños pasos que vas dando en una dirección u otra.
Yo personalmente aún no tengo mi Plan B, pero seguramente lo tendré.
