por Óscar Rodríguez, director general de la fiial española de Xaxis
Creo que después de las míticas campanadas de Irma Soriano, en las que los cuartos se mezclaron con las campanadas y si se descuida aún está felicitándonos el año 1993, el siguiente fin de año que pasó a la historia colectiva fue el del año 2000. Sí, con su temido efecto 2000 y la locura del fin de los ordenadores.
Parecía el escenario de un supuesto error informático que no reconocería el número 2000 y nos mandaría de nuevo a 1900. Un drama que pudo tener letales consecuencias, pero que no fue más que una anécdota que contar a nuestros hijos.
Y como la historia se repite, nuestro efecto 2020 es ahora el 5G, que pobrecito mío, aún no ha llegado –según nuestro estudio internacional Oportunidad y Peligro 2020 y más allá será realidad en 2022– y la mayor parte del mundo le critica o le teme, sin saber realmente qué puede aportar al usuario y al sector publicitario. Ya le están acusando de dejarnos sin privacidad, de dejar móviles viejunos y de no sé cuantísimas cosas....
Simplificándolo mucho, el 5G es sinónimo de velocidad extrema, de ruptura de las barreras físicas del mundo online y offline, de la hiperconectividad. También tiene su cara b: aceleración de tecnologías, proliferación de terminales móviles y la consecuente y necesaria renovación de infraestructuras.
Si hay más dispositivos, habrá un mayor volumen de datos generados, lo que se traduce en un mayor volumen de datos analizados. Si este data lo pasamos por el colador de la Inteligencia Artificial las predicciones futuras mejorarán notablemente. Aunque parece que el cielo está enladrillado, el desenladrillador quiere decir que hay más conocimiento, lo que permite a los anunciante acercarse de una forma más personalizada, eficaz y rentable a su target.
No solo de 5G vive el marketing móvil
Pero no nos hagamos un Irma Soriano y nos vayamos directamente a las campanadas del 5G, hay muchas innovaciones y tendencias de las que disfrutar en los cuartos como la búsqueda por voz.
En el último año hemos visto cómo el reconocimiento de voz ha experimentado una gran mejora (comprensión de comandos, palabras, reconocimiento correcto de voz...) y podemos hablar de una calidad óptima. Veremos cómo en los próximos meses las búsquedas por voz se incrementarán por su comodidad y sencillez y veremos cómo muchos dispositivos se activarán simplemente con voz. Esto supone un reto para las marcas que tendrán que adecuar su SEO y SEM para búsquedas con voz y no solo eso, sino que tendrán que desarrollar su identidad sonora.
Otras de las grandes tendencias que veremos en el marketing móvil serán los chatbots integrados en servicios de mensajería como Whatsapp, Telegram o Facebook. Un servicio de atención al cliente mediante la poderosa unión de un robot y la Inteligencia Artificial, que responde a las dudas o da soluciones las 24 horas del día.
Por supuesto el vídeo tendrá un lugar protagonista este año también. Sus ventajas a la hora de generar engagement están claras: es entretenido, divertido y fácil de consumir. Y además es eficaz, efectivo e imparable como demuestran las siguientes cifras de la IAB –Estudio video online 2018–: más de 24 millones de internautas de 16 a 65 años son consumidores de vídeo online; en promedio, un individuo dedica 19,2 horas a la semana a ver contenido audiovisual, con una frecuencia de 126,7 veces al mes. Las series y la música son los contenidos a los que más horas se dedica a la semana; el ordenador es el dispositivo más usado para ver Vídeo Online, seguido del Smartphone, la SmartTV y la Tablet, experimentando estos tres dispositivos un crecimiento significativo respecto 2015.
También veremos –tanto en vídeos como en apps, más allá del terreno de los videojuegos– un aumento considerable de tecnologías como Realidad Aumentada y Virtual al servicio de las marcas. Un ejemplo serán los anuncios inmersivos que permitirán probar, sentir, experimentar los productos y disfrutar de una experiencia personalizada.
Por último, quiero hacer hincapié en el concepto mobile. Muchas veces nos limitamos a pensar en nuestro smartphone, pero desde el IoT y los weareables y más ahora con el impulso del 5G veremos cómo infinidad de superficies se convierten en pantallas. Solo es cuestión de imaginar...
Óscar Rodríguez (