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Tendencias del retail en 2025: el renacer de la tienda física en la era digital

Por Damián Blanco, Country Manager Iberia en ShopFully

Si algo hemos aprendido en los últimos años es que el retail nunca deja de reinventarse. A pesar del auge imparable del comercio electrónico, las tiendas físicas siguen siendo un pilar esencial para las marcas y consumidores. Pero, ojo, no hablamos de las mismas tiendas de siempre. En 2025, el juego ha cambiado y quienes no se adapten a la nueva dinámica de consumo se quedarán en el camino.

Las tiendas ya no son simples puntos de venta, sino escenarios de experiencias. Y es aquí donde entran en juego tendencias que transformarán el sector en los próximos meses. Desde estrategias hiperpersonalizadas hasta el auge del retail media, pasemos revista a los grandes cambios que marcarán el futuro del retail.

Hiperpersonalización: adivinar lo que los consumidores quieren antes de que lo sepan. Los consumidores no quieren sentir que son un número más. Esperan experiencias personalizadas en cada interacción con las marcas. Gracias a la inteligencia artificial y al big data, los retailers ya no solo pueden recomendar productos en base a compras previas o por su ubicación, sino que pueden adelantarse a necesidades futuras. El marketing masivo está quedando obsoleto: ahora el reto es hablarle a cada cliente como si fuera el único.

Y aquí no se trata solo de descuentos personalizados. Estamos viendo experiencias adaptadas en tienda, desde sugerencias automáticas de productos hasta programas de fidelización que realmente aportan valor. Ya no basta con sumar puntos en una tarjeta: los consumidores quieren experiencias VIP, acceso exclusivo a lanzamientos y beneficios que los hagan sentir especiales. Esta hiperpersonalización no solo mejora la experiencia del usuario, sino que también incrementa la tasa de conversión en tienda.

Retail media: la publicidad aterriza en el barrio. El retail media ha explotado en los últimos años y todo apunta a que su evolución será más local que nunca. Las marcas no solo quieren visibilidad online, sino que buscan impactar a los consumidores justo cuando están a punto de comprar. Y la mejor manera de hacerlo es mediante plataformas publicitarias que convierten la tienda en un medio de comunicación. Las marcas están destinando mayores presupuestos a plataformas que permiten impactar a los consumidores en función de su ubicación, dirigiéndolos directamente a los puntos de venta físicos. 

A nivel local, esto abre un abanico de posibilidades: desde anuncios ultra segmentados en apps de compra hasta pantallas DOOH (Digital Out-Of-Home) con promociones geolocalizadas. Esta tendencia también refuerza el vínculo entre fabricantes y retailers, impulsando colaboraciones más estrechas en estrategias de publicidad digital orientadas al punto de venta.

Tiendas físicas: del escaparate al laboratorio de experiencias. La tienda física ya no es solo un punto de venta, sino un espacio donde los clientes pueden interactuar con las marcas de manera inmersiva. Estamos hablando de probadores virtuales que permiten ver cómo queda una prenda sin necesidad de probarla, pagos sin fricciones que eliminan las colas y escaparates interactivos que convierten la compra en un juego.

La tecnología está redefiniendo el concepto de tienda, y los retailers que no integren estas innovaciones corren el riesgo de volverse irrelevantes. Asimismo, la señalización digital y la inteligencia artificial están facilitando la navegación en la tienda, ayudando a los clientes a encontrar rápidamente los productos que buscan. Desde la realidad aumentada hasta los sistemas de inventario automatizados, todo apunta a que la experiencia de compra será más fluida, intuitiva y atractiva que nunca.

Omnicanalidad: online y offline dejan de ser enemigos. Hoy ya no se trata de elegir entre comprar online o en tienda física: los consumidores esperan una experiencia sin fricciones entre ambos mundos. Investigan productos en la web, comparan precios en su smartphone, prueban el producto y finalizan la compra en tienda. O al revés. La clave para los retailers en 2025 será conectar todos estos puntos sin perder de vista la coherencia y dar a los consumidores razones para volver. 

La integración de estrategias Drive to Store en el ecosistema digital permite atraer a los consumidores a la tienda en el momento adecuado, ya sea a través de publicidad geolocalizada, notificaciones personalizadas o experiencias de compra inmersivas. Según estudios recientes, un 61% de los consumidores alterna entre compras en línea y físicas en función de la conveniencia del momento.

Medir para mejorar: datos que convierten visitas en ventas. Históricamente, la medición de la efectividad de las campañas de marketing en el retail físico ha sido un desafío. Sin embargo, los avances en analítica de datos y geolocalización están permitiendo a las marcas evaluar con mayor precisión el impacto de sus inversiones publicitarias en el aumento del tráfico en tienda y las conversiones. Este enfoque basado en datos no solo optimiza la asignación de presupuestos de marketing, sino que también refuerza la confianza en la efectividad de las estrategias Drive to Store.

Con el auge de la geolocalización y los sensores de tráfico en tienda, ahora es posible conocer con precisión cuántos clientes llegan gracias a una campaña digital y cómo se comportan dentro del establecimiento. La clave aquí no está solo en recoger datos, sino en interpretarlos correctamente. Los retailers que sepan convertir estos insights en decisiones estratégicas tendrán una ventaja competitiva enorme.

Sostenibilidad: el consumidor quiere marcas con valores. Ya no basta con vender buenos productos: los consumidores quieren marcas alineadas con sus valores. En 2025, la sostenibilidad será un factor de compra clave. Desde la reducción de plásticos hasta la optimización logística para minimizar la huella de carbono, los retailers deben demostrar su compromiso con el medio ambiente.

Cada vez más tiendas apuestan por estrategias de "comercio circular", programas de reciclaje y envases reutilizables. Y no es solo por responsabilidad social: los consumidores buscan activamente estas opciones y premian a las marcas que las ofrecen.

La tienda física sigue siendo clave, pero su papel ha evolucionado. La omnicanalidad, la digitalización y el uso inteligente de los datos están redefiniendo el sector. Quienes logren integrar estas tendencias en sus estrategias no solo sobrevivirán, sino que liderarán el futuro del retail. Y, sinceramente, ese futuro no podría ser más emocionante.